Sudores nocturnos y cáncer: el síntoma que podría aparecer en la cama
- María de Vidimedic
- 20 feb
- 2 Min. de lectura
Cuando pensamos en síntomas de cáncer, generalmente nos vienen a la mente signos como pérdida de peso, fatiga extrema o cambios en la piel. Sin embargo, hay un síntoma menos conocido que podría manifestarse en sus sábanas y almohadas cada mañana: los sudores nocturnos.

¿Por qué los sudores nocturnos pueden ser un signo de cáncer?
Si bien los sudores nocturnos pueden deberse a múltiples factores, como cambios hormonales, infecciones o estrés, también pueden estar relacionados con ciertos tipos de cáncer. En especial, linfomas y leucemias suelen provocar este síntoma debido a la respuesta del cuerpo ante el crecimiento de células anormales.
Las personas que experimentan este signo suelen notar que sus sábanas y almohadas están empapadas al despertar, incluso en noches frescas o con el aire acondicionado encendido.
¿Cuándo preocuparse por los sudores nocturnos?
No todos los sudores nocturnos indican una enfermedad grave, pero hay ciertas señales de advertencia que pueden requerir una evaluación médica:
Ocurren de manera frecuente sin explicación aparente.
Se acompañan de pérdida de peso involuntaria.
Hay fatiga extrema o fiebre recurrente sin causa identificable.
Se presentan ganglios linfáticos inflamados en el cuello, las axilas o la ingle.
Si se experimentan sudores nocturnos junto con alguno de estos síntomas, es importante consultar a un médico para realizar los estudios correspondientes.
Diagnóstico y prevención
El diagnóstico de las causas de los sudores nocturnos puede incluir análisis de sangre, pruebas de imagen y, en algunos casos, biopsias si se sospecha la presencia de cáncer. Identificar la causa subyacente es clave para un tratamiento oportuno.
Si bien no todos los casos de sudores nocturnos están relacionados con el cáncer, estar atentos a los cambios en nuestro cuerpo y buscar atención médica a tiempo puede hacer la diferencia en el diagnóstico precoz de enfermedades graves.
Escrito por: María Bueno




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